Los jueves por las mañanas huelen a Salvia, a esencia de rosa y a geranio.

Cada encuentro es único, los contenidos y el enfoque de la sesión lo trae cada persona en su campo energético.

El círculo inicial abre el espacio sagrado donde acogemos e identificamos desde las intenciones, las ganas y la necesidad de cada participante, hasta las molestias, los dolores y las emociones estancadas que nublan nuestros pensamientos.

La luz y la oscuridad se convierten en los mejores ingredientes para hacer la alquimia. Invocamos a la fuerza del Alma para que nos amplíe la mirada y nos ayude con su inteligencia de luz a soltar, limpiar, transformar y sanar lo que necesitamos para conectar con la fuente de vida que vibra en cada partícula de nuestro Ser.

Entrenamos y activamos la consciencia del cuerpo físico, del cuerpo emocional y del cuerpo mental para aprender a como ecualizar, nutrir y conectar con los potenciales de la naturaleza física y energética que nos conforma.

Mi mayor motivación es que aprendamos a conocer cada vez más, quiénes y como somos, que crezcamos juntos hacia dentro para cultivar la responsabilidad y soberanía en nuestra vida.