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Una mujer que se baila a sí misma
se convierte en medicina
para el mundo
Gracias por entregarte a la alquimia del crecer y por abrirte al poder que habita en tu naturaleza de mujer.
Lo que más me enciende el corazón es acompañarte a que te ames más y aprendas como puedes prender tu vida cada vez que lo necesites.
Te comparto mis diez mantras sagrados. Son recursos que utilizo para mantener mi equilibrio en esta vida rápida y caótica que estamos viviendo. Deseo que los puedas poner en práctica cuando quieras dar un paso importante en tu vida, o para dar ese salto que te saque de ese lugar donde ya no sientes suma, para cuando la neurosis te secuestre o cuando la dificultad te apriete el pecho y sientas que te falta el aire, porque son los momentos que más nos enseñan a utilizar las herramientas que tenemos para volver al centro de nosotras mismas.
Los Mantras de una mujer
DESPIERTA
1.- Soy respiración
Mi respiración es mi aliada. Siento como respiro. Me emociono como respiro. Pienso como respiro. Vivo como respiro. Cuando pongo consciencia en mi respiración soy soberana de mi salud.
3.- Soy Luz y Soy oscuridad
Conocerme más a mí misma me ha otorgado la maestría de mi oscuridad y el poder de mi luz. Ambas energías habitan en mi interior y siendo sabedora de ello, puedo discernir con más claridad cuando me dejo arrastrar por los hábitos y las inercias que contienen la fuerza de la repetición. Desde el conocimiento, puedo elegir senderos nuevos para tener resultados más coherentes con la sabiduría de mi Alma.
5.- Soy vibración
Mi verdad es mi vibración. Lo que comparto y lo que reciben de mí los que me rodean es mi vibración. Quien llega a mí es por vibración. Cuando algo que no me gusta o me daña llega a mi vida, me ocupo de poner atención en mi interior para identificar con qué aspecto de mí misma se está conectado.
7.- Soy maestría
A veces llegan a mi vida personas para que me recuerden la luz que soy. Otras aparecen con un espejo donde puedo ver lo que rechazo de mí misma. Todas estas personas son parte de los seres que escogí para mi avance y mi evolución. Mi Alma lo sabe. No hay adversidad que me suceda que no lleve implícita un gran aprendizaje para crecer en sabiduría.
9.- Soy mente creadora
Mi mente es creadora, cuidaré mis pensamientos para visualizar la vida y el mundo que quiero crear. Soy magia, soy artista, soy alquimista y puedo re-direccionar mi energía hacia todo aquello que quiero materializar.
2.- Soy consciencia
Ante una decisión importante en mi vida observo mi cuerpo para sentir y escuchar la guía sagrada que habita dentro de mí.
4.- Soy corazón
La mejor medicina para mantener bien mi salud es ordenar mi corazón. Me ocupo de limpiar regularmente el resentimiento que se me va acumulando y cuido con amor todo eso que aún no me he perdonado.
6.- Soy abundancia
En el corazón tengo tres canales de abundancia. Son los hilos sutiles que me conectan con lo sagrado que soy. El primero me conecta al Padre, al sol, al cielo y a la abundancia del universo. El segundo se enraíza en el latido de la Tierra y me da ritmo, constancia, seguridad, confianza, fuerza e instinto. Ambos hilos fortalecen el tercero, que me conecta con mi propósito de vida, con mis sueños y con todo lo que me llama a seguir evolucionando. Me doy la oportunidad de danzar cualquier situación de mi vida que lo precise para sentir la grandeza de mi Alma. La abundancia está disponible para mí siempre que me abra a recibirla.
8.- Soy el poder de la palabra
Mi lenguaje es poderoso. Mis palabras son vasijas de energía, como hablo puede sanar o puede herir. Soy cada vez más consciente de mi lenguaje interno y externo. Reconozco el poder de mis palabras.
10.- Soy mi propia historia de amor
Me ocupo de transformar mis creencias por valores. Mi creencia es visceral, emocional, difícil de controlar, me limita. En cambio, mis valores son estados, nacen de mi corazón y expanden mi crecimiento. Cuanto más me conozco a mí misma más puedo amarme y amar a los que me rodean. El amor es un estado que me pertenece. Nadie tiene el poder de quitarme el amor que habita dentro de mí, solo yo misma puedo cerrar las puertas a esta energía suprema que me conforma. Yo soy quien le da el crédito a los demás para activar lo que ya tengo dentro de mí. Elijo vivir despierta a la inmensidad que Soy y asumo la responsabilidad que requiere vivir con mi poder entre las manos. Estoy comprometida con mi proceso personal que me pide coherencia, transparencia y crecimiento constante para vivir alineada/o con mi Alma. Mi cuerpo es mi templo, donde puedo reconocer y valorar mi naturaleza.
Me comprometo a cuidarme en la salud y en la neurosis, en mi luz y en mi oscuridad todos los días de mi vida, hasta que la muerte me transforme.
*Mantras de mi primer Libro "Dame tu mano y Camina" Una guía para encontrarte y danzar la vida.
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